Por María Antonieta Mejía
SAN FRANCISCO.— Hay de cafés a cafés. Los hay de esos sencillos sin ninguna pretensión, en donde se vende el café y ya está. No dan ganas de quedarse más que el tiempo que uno tarda en pedirlo y pagar. Esos cafés son para las emergencias, para cuando uno anda de prisa. Pero si el objetivo es pasar un rato agradable en una atmósfera especial, leyendo, escribiendo, platicando o simplemente filosofando, acá les van cuatro opciones de cafés con personalidad en el barrio latino de San Francisco, la Mission.Los cafés aquí mencionados fueron elegidos de manera arbitraria, porque no son lugares de los que uno quiere salir corriendo después de surtirse de su cafeína diaria; al contrario, dan ganas de quedarse por varias horas y tomarse más de un café; eso sí, en una taza de verdad.
Four Barrel
Si lo tuyo es la onda ‘hipster’, no busques más: el café Four Barrel, ubicado en el 375 de la calle Valencia, es además de un lugar excelente para tomar café, un sitio interesante para observar gente. Chicas y chicos que parecen modelos salidos de una revista alternativa se dejan ver todos los días en este lugar, al que acuden con el pretexto de comprar su café. Los jóvenes que sirven las bebidas —y los ricos panecillos— también son dignos de admirar. Para que se den una idea, hace tiempo lanzaron una línea de tazas con las caras de algunos de los baristas. El café de Four Barrel es delicioso y fuerte, en especial el latte. Advertencia: es más caro que otros cafés de la zona. Los croissants de distintas variedades también tienen lo suyo.
Panadería La Victoria
Ya sé, van a decir que la panadería La Victoria no es un café. Y en realidad no lo es, pero además del delicioso pan dulce que venden, por supuesto venden café y también chocolate caliente. Es un lugar al que uno no va precisamente por el café, sino por el pan. Pero ya que está ahí se quiere quedar y como pretexto pide un cafecito. O sea, vayan y no se van a arrepentir. La Victoria es una panadería antigua con sillas altas y gente que lo hace sentir a uno como en casa. Se encuentra nada menos que en la calle 24, en el número 2937, en el corazón de la Misión. Por su local han pasado unas cuantas celebridades, entre ellas la mismísima Lila Downs, cuando me concedió una entrevista.
Phil’z Coffee
Es posible que ustedes hayan visto más de una sucursal de Phil’z Coffee, e incluso que se hayan encontrado el café de Phil’z en algún evento importante como en el festival musical Outside Lands. Pero la sucursal de la que hablaremos aquí es la original, que se encuentra en el barrio de la Misión, en la esquina de las calles 24 y Folsom. Ahí el olor a café es el rey. No importa si no se lo sirven a uno en taza de verdad. El café de Phil’z es fuerte: yo les recomiendo un Tesora con leche, o un Mocha Tesora si les gusta el chocolate. Indescriptible. Y no crean que cuando vayan a Phil’z el café lo va a hacer una máquina, no, no, no. En Phil’z el café se hace con un método de filtración, uno por uno, así que más natural ni en casa.
Tartine Bakery
Este es otro lugar que no es nada más un café. Acá los pasteles y el pan son más que reyes, emperadores. Pero también los sandwiches doraditos, sobre todo el de jamón y queso, son muy solicitados. El pretexto, de nuevo, es el café con leche, que si se toma ahí viene servido en unas tazas enormes. Aunque en realidad lo que cautiva de Tartine es la combinación entre su atmósfera cosmopolita, su café con leche, sus postres y el pan. La única desventaja es que es un tanto caro, pero para el día de pago, es buen lugar para visitar. Está ubicado en la calle Guerrero, pero más cerca del parque Dolores, en el número 600.